Para
el responsable de Sanidad del Partido Popular, José Antonio Echániz, el copago
farmacéutico es una medida feliz.
Este caballerete, que también ocupa el cargo de Consejero de Sanidad del Gobierno castellano-manchego, tiene muy
bien ganado el mote de “el bocazas” por sus continuas
majaderías y salidas de tono. Algo que, cosa muy curiosa, suele acompañar
siempre a los que están al lado de Dolores
(de) Cospedal.
Tanta
felicidad desbordante se debe a que tan radiante medida ha permitido ahorrar el
25% del gasto farmacéutico,
lo que se debe – según él – a que antes los españoles, que somos de por sí muy
dejados, acostumbrábamos a tirar los medicamentos a la basura. Lo que al parecer ignora este
indocumentado personaje es que entre el 12% y el 15% de los pensionistas han
dejado de comprar medicinas por no poder hacer frente al copago; es decir,
están en la disyuntiva de morir de hambre o de una de sus enfermedades, y
puestos a elegir, se inclinan más por la segunda opción.
Ni el derecho al pataleo va a
quedar aquí
Esta anteposición del ahorro de
una medida, su valor económico, a la propia vida de los ciudadanos, su valor
humano y social, es lo que caracteriza al liberalismo de nuevo corte o el
llamado mercado, del resto de corriente humanísticas, a las que este mismo mentecato no duda en llamar
inmovilistas, rancios, y anticuados, pues con estas palabras se refiere, en
esa forma despreciativa y arrogante que tanto caracteriza a los más obtusos de
su partido, cuando habla de la marea blanca madrileña.
Tampoco se quedó corto en su
día para intentar justificar lo que ni siquiera era explicable, cuando en su
cortijo de Castilla la Mancha se puso a cerrar ambulatorios rurales,
quirófanos y urgencias nocturnas, escupiendo por su boca majaderías tales
como que los médicos están durmiendo en
lugar de trabajando, o que los
cirujanos operaban de más para cobrar peonadas. Tales frases ya nos dan la
idea de la cuna de la que proviene el tal señor Echániz.
Pero como no todo pueden ser recortes para todo el mundo, en este imaginario paradisíaco independentista catalán, han querido demostrar que el futuro que nos espera a los catalanes es mucho mejor que al resto de España, y mientras mantienen el copago y cobran por sentarte en una silla en un hospital, han considerado oportuno, que al mismo tiempo que terminan de desmontar la Sanidad Pública Catalana a favor de empresas particulares de gentes de sus partidos, no es justo que sus funcionarios, que han sufrido tantos recortes, se les continúe recortando. Pero ¡ojo!, sólo a los altos directivos, a los que cobran entre 50.000 y 80.000 euros anuales. En total, algo más de 50, a los que se ha blindado sus sueldos. Y es que por muy independientes que se quiera ser, siempre ha habido clases, y me temo que habría muchas más con un gobierno en sus manos.
¿Cuántos muertos han producido
los recortes en
la Sanidad Pública Catalana?
El
bocas de Sanidad
del
Partido Popular
en
forma asaz singular,
diz
que felicidad
el
copago ha causado
por
lo que se ha ahorrado.
Lo
que el muy rucio no ha visto
es
que a los jubilados
crónicos
medicados,
no
teniendo esto previsto,
no
tienen ni para ungüentos,
pues
que no venga con cuentos.
Que
si han de escoger destino
y
morir de enfermedad
o
a causa de vaciedad
de
su propio intestino,
no
teniendo otro futuro,
lo
primero es menos duro.
Mas
tal cosa a este jumento
no le viene a preocupar,
que lo suyo es ocupar
cargos,
e ir en aumento
los
puestos que va trepando
y
lo que ya va chupando.
Cualquier intento de
razonamiento con este
gobierno acaba en diálogo de
besugos
Que
si le llaman bocazas
allí
donde es conocido,
será
por bien merecido
y
que precisa mordaza
o
hay que ponelle bocado,
para
que sea educado.
Que
a médicos y enfermeras
vagos
les ha ido llamando
por
pasarse dormitando,
que
sólo de uvas a peras
los
dispensarios rurales
trataban
males reales.
Y
se empeñó en cerrallos,
mas
como en Fuenteovejuna
todos
los pueblos a una
vinieron
en afrontallos,
y
hasta que fueron abiertos
se
mantuvieron despiertos.
Que
es la forma de entender
que
tienen estos bandidos,
o
vamos todos unidos
o
tendremos que encender
una
hoguera do quemallos
si
queremos sujetallos.
Nada escapa a su avidez
choricera